El Gobierno y los Gobiernos Autonómicos decidieron que la estrategia frente a la Covid, era básicamente, que conviviéramos con el virus, por eso la mayor inversión y esfuerzo se ha basado en reforzar las capacidades hospitalarias del país.
Esto ha resultado ser un
estrepitoso fracaso. El virus es demasiado potente, muy contagioso y si lo
dejas crecer desborda cualquier capacidad sanitaria. Debemos pasar a otra
estrategia, un plan no para vivir con la Covid, sino frente al mismo virus, que
debe ser en todo momento mantenido en niveles bajos.
¿Cuál debe ser entonces la estrategia?
Vamos con ella, obviamente, a grandes rasgos.
Fase 1: Reducción a mínimos. El
virus es actualmente incontrolable, está demasiado extendido, por eso cualquier
actuación de contención solo tiene un efecto muy limitado y de muy poca
duración. La fase 1, por lo tanto, tiene un objetivo marcado y evidente,
reducir las personas con capacidad de contagiar a lo mínimo posible, de una
forma rápida y en todo el país, de modo que esté en unos niveles que permitan
el resto de fases.
Esto solo es posible a través de
Confinamiento, domiciliario, extremo, lo más drástico posible pero concentrado
en dos semanas, dado que es el tiempo en el que el virus muere. No se debe
correr, ni hacer de improviso, al contrario, primero requiere la correcta
explicación a la población de qué estamos haciendo y qué se pretende, logrando
además los máximos apoyos políticos, mediáticos, etc. Se debe avisar con
tiempo, porque se pedirá a la ciudadanía, que no salga de sus domicilios, a ser
posible, ni para comprar, por lo que se les recomendará que compren viveres y
todo cuando previsiblemente puedan necesitar. Y de igual forma, que hagan
previamente, todo aquello que no puedan posponer.
Es muy importante, lograr el máximo
compromiso de la sociedad en este objetivo, nos encerramos para mejorar, para
cambiar esto para siempre y si hacemos esto bien los beneficios serán para
siempre.
Debe pararse toda actividad económica
no esencial, y aquellas personas que salgan a trabajar, se les debe pedir un
esfuerzo adicional, de modo que extremen las precauciones personales al máximo.
Por supuesto, debe ser nacional, al menos peninsular, si acaso, podría dejarse
fuera a Canarias. Y debe ser así porque se multiplican los resultados de la
operación. Ya, pero mi Comunidad no esta tan mal. ¿También nosotros? Vamos a ver, si empezamos con
estas cosas no salimos de la dinámica. Está bien hoy, pues mejor estará dentro de
dos semanas. Si dejamos zonas sin confinar, serán los reservorios de la mala situación
de mañana. ¿Y podemos salir a pasear? No,
no podemos salir a pasear. Es verdad que si se tiene cuidado se podría y no debería
pasar nada, pero no todo el mundo lo tiene, por eso no se puede salir. Solo son
dos semanas, podemos hacerlo. No debemos perder de vista el objetivo, reducir
la Pandemia a mínimos.
Obviamente, hay otras medidas de
refuerzo que deben tomarse: paralización de vuelos salvo los necesarios, fronteras
cerradas, salvo cuestiones necesarias e imprescindibles, etc.
El coste laboral del
Confinamiento, en caso de no ser posible el teletrabajo, se minimizará
trasladando a esos días algunos festivos (que por lo tanto ya no se
disfrutarán), dos o tres días se asumirán por el empleado (con posibilidad de
recuperarlos si existe la opción), el resto se asumirán por las empresas.
Fase 2: Refuerzo de la reducción a mínimos. Hemos dejado avanzar tanto esto que dos semanas podrían ser poco.
Esto nos lleva a introducir una semana más de algunas medidas limitativas. La
tercera semana, se prohibirá salir de la Comunidad de residencia y en caso de
las grandes ciudades, de las mismas. La actividad escolar seguirá “on line” y
los trabajadores que hayan teletrabajado durante la fase anterior, lo seguirán haciendo
(esto se establecerá por Ley). Por supuesto, se pedirá a la gente máxima prudencia
durante esta fase, estarán prohibidas las reuniones sociales en espacios
cerrados.
Fase 3: Mantenimiento y contención. Tras estas 3 semanas, o tras las fases 1 y 2, el virus y las personas infectadas debería haber bajado mucho. Sobre todo no deberían aparecen nuevos contagiados en las cifras que estamos viendo.
Obviamente, se deben mantener las recomendaciones de distanciamiento social que actualmente se aplican. Las grandes diferencias con lo que se ha hecho y hacemos son las siguientes: vamos a tratar de contener el virus en este nivel bajo, y para ello vamos a involucrar a la ciudadanía en los resultados. Debemos ser responsables de nuestra propia actuación. Por lo tanto y por municipios, en el caso de grandes ciudades, por núcleos de población de entre 50.000 y 100.00 habitantes (o similar), el territorio será parcelado por Zonas de Respuesta Epidemiológica. Se establecerá un Plan, público y predefinido, de modo que todos sabremos las consecuencias de llegar a un nivel de incidencia.
Cuando una de esas zonas de
respuesta epidemiológica llegue a determinado nivel, no se podrá ir a los gimnasios,
a los teatros o a los bares hasta tal hora. Si se pasa al siguiente nivel,
aumentarán las restricciones, y si se llega a un nivel muy alto, no quedará
otra que volver a Confinar esa zona. Dejo a los expertos, como podría ser este plan de
medidas progresivas de contención. Pero creo que la idea se entiende. De esta
forma los propios ciudadanos, los comerciantes, empresas, etc., se autoresponsabilizan de su situación y por su
propio interés, tendrán cuidado.
Este Plan lo tiene establecido
Irlanda desde hace meses, no debería ser muy diferente nuestra forma de actuar
en esta Fase. Actualmente están el nivel 5, pero vamos, sus cifras de contagios,
enfermos y fallecidos son de risa en comparación con las nuestras. A pesar de
ello, sus medidas son más limitativas que las que estamos tomando actualmente.
En esta Fase resulta fundamental, evidentemente, realizar correctamente todo lo que no se ha hecho. Rastrear, aislar y realizar un seguimiento de cualquier brote. Realizando las pruebas a cualquier posible persona contagiada. Con el actual nivel de contagios esto es imposible. Tras las fases 1 y 2, sí lo será, porque la capacidad de analizar no estará al servicio de confirmar al infectado, sino al servicio de descubrir al no infectado y paralizar a los que se contagien de modo que no infecten a otros. Durante esta Fase debe garantizarse que, prácticamente, cualquier persona que piense que podría estar contagiada pueda realizarse las pruebas de forma rápida.
Obviamente, se pueden hacer otras
muchas cosas, para mejorar y minimizar los contagios, siendo muy importante una
mayor protección a los trabajadores, de modo que nadie tenga miedo a represalias
por parte de los empresarios a comunicar un contagio o una sospecha de que
pudiera estarlo.
Con esto, la Pandemia puede más o menos ser controlada y gestionada, es durillo, pero es que no hay otra y si la cosa se vuelve a descontrolar, habría que repetir la operación. Ya digo es que no hay otra. Lo que, sí que es enormemente perjudicial, en vidas, sufrimiento por enfermedad, pérdida de derechos, libertades y autorestricciones personales, sociales y familiares, es la actual situación. Económicamente, esta situación nos lleva a la ruina, siendo mucho mejor a medio y largo plazo asumir la Fase 1, a seguir en esta situación imposible de mantener en el tiempo y que lo acabará arrasando todo. No podemos segur así.
En cualquier caso, pienso, que
esto, en mayor o menor medida, lo acabarán haciendo, el problema es que esperar,
solo agrava el problema y aumenta el tiempo necesario para su realización.
Ángel López
Abogado
Fecha de redacción: 1/11/2020.