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1 + 10 Consejos para un Abogado Novel

2:02Ángel López


Seguramente, ni son los mejores consejos, ni son los únicos que deberían darse a un abogado que empieza en ésta, siempre, complicada profesión. Son los míos, para todos aquellos que los quieran leer y meditar.

Al fin y al cabo, ya decía Paulo Freire, que “enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción” quizás, el entender esto, en relación a lo que supone para el que está aprendiendo, es lo primero que se debe aconsejar a un abogado novel.

Vamos con los diez siguientes:

1. No subestimes al abogado contrario. Ya sea de pequeño despacho o de gran despacho, un joven abogado inexperto o un curtido compañero con miles de pleitos a sus espaldas, no te fíes. En cualquier momento puede sorprendente con una excelente defensa o un cambio de actitud. Incluso, ante aquel que ha mostrado escasos conocimientos o dado una sensación de no dominar la materia, no bajes la guardia. Podría formar parte de su estrategia.

2. Crea tu propio archivo documental. Sé extremadamente ordenado en su confección y organización. En los primeros años de ejercicio profesional vas a leer cientos, quizás miles de artículos, acumularás muchas experiencias, y pasarán por tus manos una cantidad ingente de documentos. Generarás multitud de escritos con tus primeros asuntos. No pierdas toda esa información. Es imposible retenerla toda. Pero sí clasificarla y organizarla para que te sirva para siempre. Anota aquello que te gustaría retener. No te preocupes tanto por memorizar como por apuntar y organizar la información. Usa esta base de datos como si de una extensión de tu memoria se tratara.

3. Procura mantener una actitud pasiva, reflexiva, en las citas con los clientes. Intenta conocer de antemano, por teléfono, la información fundamental del encargo. Ya en la cita, deja que hablen y se expliquen. Evita dar afirmaciones o posicionarte con el tema. Jamás digas nada de lo que no estés seguro. Escúdate en la necesidad de estudiarlo. Hazlo después, tranquilamente, y llama posteriormente para trasladarle tus conclusiones o citarle de nuevo con dicha finalidad. Jamás asegures un resultado.

4. Aplícate profusamente con los escritos. Un escrito siempre es mejorable. Cuando ya lo tengas terminado déjalo reposar. Después, revísalo, elimina palabras seleccionando otras más precisas, voltea frases, cámbialo hasta que quede perfectamente ajustado. Procura, siempre que hasta el menos brillante lo entienda. Si tienes la posibilidad de dejárselo a alguien para que lo lea y te dé su impresión, hazlo.

5. Ten siempre un plan B. Nada de jugártela a una sola carta. Usa varias vías de fundamentación para llegar al mismo resultado. Prepara, si son convenientes, pretensiones alternativas y subsidiarias. Tu mente siempre tiene que estar pensando, en que si no salvas la casa, al menos que te lleves los muebles, y no recibas una condena en costas.

6. No des nada por ganado. En cualquier momento siempre algo puede fallar. Así que lleva todo muy bien preparado. El exceso de preparación del asunto es tu arma secreta y en lo que realmente puedes competir. Además es la mejor garantía para evitar problemas. En juicio, lleva las cosas por escrito. Leer es bastante inadecuado y siempre debe evitarse, pero más inadecuado es quedarte en blanco. Al escribirlo lo retendrás y tenerlo por escrito te aportará seguridad. Si finalmente se te va el discurso, el papel te sacará del apuro. 

7. Sé humilde y paciente. No hay nada más ridículo que un abogado novel dándoselas de experto. Se nota. La actitud agresiva revela falta de seguridad y de conocimiento. Con el tiempo te darás cuenta que cuanto más sabes más dudas tienes. Es simplemente porque detectas las posibles contra argumentaciones que podrían hacer a tu propia posición. Si tienes dudas, mejor preguntar que lamentarse por no haberlo hecho. Incluso directamente al juez. Sé paciente, uno no tiene éxito profesional nada más arrancar. Todo requiere su rodaje. La abogacía es una carrera de fondo. 

8. Fórmate en experiencias prácticas. Una mañana en los Juzgados viendo juicios o una conversación con un compañero puede ser tan instructiva como el mejor de los cursos o seminarios. En cualquier base de datos encontrarás miles de casos prácticos, con una peculiaridad muy especial, son auténticamente reales. Disecciona las sentencias y analiza cómo se ha desarrollado el proceso, cuáles han sido las posiciones de las partes y cómo al final se ha resuelto el litigio.

9. No te obsesiones con las Redes Sociales y el Abogado 2.0. La mayoría de los buenos abogados no tienen cuentas en redes ni se prodigan por dichos lares. En realidad es más fácil hacer clientes en un campeonato de bolos que en Twitter. Muéstrate natural en redes y sobre todo conoce gente. Interactúa. Recuerda, eso sí, que abogado se es las 24 horas y los 365 días del año. Determinadas licencias en redes sociales quizás no son lo más adecuado, pero cuando, además estás empezando, igual no te las puedes permitir. Ojo con esto, y más si no ejerces por cuenta propia o no es tu intención.

10. Cuestiónate todo. Sé asertivo. No vayas a rebufo de lo que te digan o recomienden, salvo que sean personas de confianza. Ojo con las modas y tendencias del sector. Obviamente hay muchas personas con intereses en ellas y son buenos vendedores. Esto incluye incluso este artículo. Cuestiónalo también, igual ninguno de estos consejos sirve absolutamente para nada. Decídelo tú.

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7 comentarios

  1. Me ha encantado los consejos.. ojala los hubieran leido muchos hace tiempo !! El 7 . Ser humilde y paciente !! gran consejo en esta profesion !! Si !!

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  2. Buenos días Ángel,

    Que maravilla de artículo. Todavía recuerdo aquellos primeros días en los que pasaba más tiempo leyendo que ejerciendo, guardo un grato y cariñoso recuerdo.

    Más de una vez, ahora ya más curtido, pienso en cómo podía "disimular" mi falta de experiencia y conocimientos...pues con tu punto número 3, ¡Nunca me ha fallado!

    Un sincero saludo.

    Antonio Miguel

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  3. Buenas tardes,

    Me he pasado por aquí por la recomendación de Antonio Miguel (El de anterior comentario). Si en algo coincido con tu estupenda lista es con el punto número 10, quizá pueda parecer el menos importante para aquellos que comienzan el ejercicio y que observan todo desde el respeto, pero cuando uno va "peinando canas" se va dando cuenta que lo inmóvil es mutable y que el trabajo y el estudio hace caer casi cualquier barrera.

    Un gustazo de lectura.

    Un saludo amable desde el centro de Madrid.

    J. David.

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    Respuestas
    1. Me alegro que te haya gustado.

      Para mi sorpresa, es un post que está gustando bastante, y eso que lo que digo es bastante obvio.

      Un saludo.

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  4. Un artículo muy acertado, sobre todo para ser leido por las "nuevas generaciones" de letrados. A veces hay que resaltar lo obvio, pues con tanto alboroto tecnológico parece que con tener una web en internet y un título bajo el brazo cualquiera puede ser considerado un abogado de pretigio.

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